jueves, 12 de mayo de 2011

CÓMO FAVORECER LA RESPONSABILIDAD EN LOS ESTUDIOS

En ocasiones los alumnos muestran dificultades para asumir la responsabilidad de realizar de manera autónoma los trabajos escolares en casa. Es un aspecto que forma parte de su desarrollo personal, y podemos ayudarles a conseguirlo.

Sugerimos algunos consejos para favorecer la responsabilidad en sus tareas:

  1.   Deje las cosas claras en cuanto a horarios en el hogar, de tal a tal hora se le dedica a los estudios, de tal a tal otra al orden de la habitación y de tal a tal otra a los juegos o televisión. No transija en cuanto a esta distribución.

  2. Proporcione un ambiente de tranquilidad durante el horario de estudios. Si uno de sus hijos está estudiando, el otro no puede estar viendo TV o jugando con videojuegos.

  3. Entregue la responsabilidad total de las tareas escolares a su hijo y manifiésteselo. Él es una persona que está estudiando para su futuro y no para el de sus padres o hermanos.
    Si no cumple con las tareas, que asuma las consecuencias en el colegio, no como un castigo añadido, sino como un apoyo al colegio y los profesores. Sin embargo si su hijo le pide ayuda en determinadas materias, demuestre su interés, ayúdelo y aproveche de comentar lo que ya sabe y lo bien que está haciendo su trabajo.

  4. Es conveniente entrevistarse con el tutor/a o los profesores, probablemente aprenderá mucho de su hijo a través de ellos, como los intereses y aficiones del niño.

  5. No pida imposibles, nadie puede mejorar en un 100% en pocos días o semanas. Los pequeños logros son tanto o más importantes en esta etapa, que los grandes que vendrán después. El sacar buenas notas debe ser motivo suficiente para felicitarlo y demostrar entusiasmo por su mejoría. Dígale claramente que se siente orgulloso de ese cambio y que está seguro que éste continuará.

  6.  Si en algún momento hay un retroceso, ignórelo y recuerde los pequeños éxitos recientes como argumento de que las cosas ya cambiaron. En este punto puede prometer incentivos para el mejor rendimiento (los cuales deberá cumplir religiosamente). Estos deberán ser proporcionados al logro. No exagere o después no tendrá qué prometer. Recuerde que estos incentivos deben ser atractivos para el niño, no para Ud. Averigüe cuales son sus deseos escondidos y sus gustos.
    El incentivo ideal debiera ser aquel que aumenta las ocasiones para compartir los tiempos juntos, pero no siempre puede ser así. Respete las aficiones y los intereses de su hijo y en algunos casos adhiérase a ellos. Algunas veces el premio puede ser un juguetillo, una golosina pero los premios mejores son los referidos a actividades tales como: organizar una merienda, ir
    al cine…etc.